Este soldadito de madera es originario de Seiffen (Alemania), donde en 1870 se tallaron las primeras figuritas inspiradas en las ilustraciones que acompañaban el cuento “El rey cascanueces y el pobre Reinhold" de Heinrich Hoffmann. Desde allí ha viajado por todo el mundo llevando consigo la bonita creencia de que el Cascanueces protege las casas y trae fuerza para quienes las habitan. ¿No es precioso?
En el norte de Europa suele colocarse una única figurilla a la entrada de las viviendas. Sin embargo, este soldadito se ha hecho tan popular que hoy lo encontramos, también, como adorno para decorar el árbol. Puedes colocar varios de madera distribuidos por todo el abeto y completar la decoración con algún otro motivo neutro (bolitas, por ejemplo) para que el Cascanueces conserve todo el protagonismo.
Según la tradición, San Nicolás llega a mediados de noviembre a un puerto holadés (uno distinto cada año) portando naranjas y mandarinas para dar por iniciada la Navidad. Que curioso, ¿verdad? Como ves, la tendencia de decorar el árbol con rodajas de naranja deshidratada es algo más que una forma sostenible -¡y muy económica-! de adornarlo. Puedes crear este adorno tú misma metiendo las naranjas cortadas a rodajas finitas en el horno precalentado a 180º durante unas cinco o seis horas. Puedes combinarlas con piñas u otros frutos para darle un plus de color: un arbolito tradicional, eco y ¡muy original!
Si te decantas por una decoración navideña que tenga en cuenta la tradición, la estrella es uno de los imprescindibles. Sin embargo, no es necesario colocarla en la parte superior del árbol: puedes hacer de ella un elemento deco independiente con valor por sí mismo y no únicamente como coronamiento del abeto. Puedes hacerte con una súper estrella (o varias), rellenarla de bolitas de colores o de luces y colocarla en algún rincón: sobre un banco de madera en el recibidor, sobre un estante, sobre el marco de la chimenea o incluso en el suelo si se trata de una estrella de medidas generosas.
Son los excepcionales ayudantes de Papá Noël en la importante tarea de repartir regalos a todos los niños del mundo la noche del 24 al 25 de diciembre tirando de su trineo mágico. Siendo así, su lugar en casa no puede ser otro que junto a los regalitos que se acumulan, día tras día hasta la Nochebuena, a los pies del árbol. Los hay metálicos y con luz, de madera e incluso de cerámica. Quedan súper bonitos, especialmente si hay peques en casa.
¿Que no tienes espacio para el Pesebre? ¡Cuélgalo en el árbol! Este año, sin duda, ¡hay que montar un belén! Los vemos en todas las tiendas deco, incluyendo su versión mini a modo de adorno decorativo para colgar del árbol o en algún otro lugar: puedes llevarlo a la maneta de una ventana, colgarlo de un pomito o en el perchero de la entrada.
De colores, brillantes, mates, transparentes, de madera, de porcelana… las bolitas son el elemento deco por excelencia de los árboles de Navidad. Quizás son, también, los que tienen una más larga tradición, pero se actualizan y reinventan cada diciembre. Este año, las bolitas en verde (el color de la Navidad 2023) y en blanco son un must.
Si optas por el blanco, puedes crear un árbol monócromo recurriendo a bolitas con diferentes texturas y adornos: unas brocadas, otras lisas, algunas en papel… Combínalas y juega con distintos tamaños distribuyéndolas de forma uniforme por todo el arbolito.