Los espacios abiertos siempre dan una mayor sensación de amplitud. Sin embargo, en ocasiones, es bueno delimitar un poco. Sobre todo, como en el caso de esta consulta, donde no existe propiamente un recibidor y cada vez que se abre la puerta de entrada de la casa se ve todo el salón. Hay una falta de privacidad total.
Hay varias opciones. Pero básicamente lo que se ha de conseguir es una pequeña separación que dificulte la visión del salón desde la puerta. Eso sí, ha de ser una separación ligera que no haga perder el efecto amplitud que se ha conseguido con el espacio abierto.
Una buena idea es optar por listones de madera colocados de suelo a techo entre la entrada y el salón. Entre ellos pasará la luz, separará ambientes, pero no hará perder la fluidez del espacio. Si levantas una pared de listones de madera lo suficientemente amplia, puedes incluso colocar alguna estantería para dejar las llaves y la cartera, consiguiendo así un pequeño recibidor.
Otra idea es optar por una estantería abierta entre ambas partes, por donde también pasará la luz. En ese caso es mejor que la estantería no llegue hasta el techo. Solo a una altura suficiente para evitar el contacto visual con el salón.
También puedes poner una vidriera que haga de separador, preferiblemente con un cristal esmerilado u matizado, para impedir que se vea lo de atrás. Es decir, el salón.
Las dos opciones son válidas. Eso ya dependerá un poco de lo que es mejor para ti. Lo importante en un vestidor es que tengas los suficientes elementos para que esté todo perfectamente organizado. Es decir, cajones, estanterías y colgadores para que cada cosa esté en su lugar.
Si eres muy organizado, un vestidor completamente abierto no debería ser un problema, ya que de esta forma siempre te será más fácil elegir el look diario, sin tener que rebuscar detrás de las puertas. Lo verás todo de un vistazo. Eso sí, en un vestidor abierto es más fácil que tu ropa y tus accesorios se llenen antes de polvo. Tenlo en cuenta.
Ahora, si lo tuyo no es la organización, es mejor que pienses en armarios con puertas que puedan esconder tu propio desastre. No hay nada peor que un vestidor desordenado en el que la ropa está amontonada en las estanterías. Así que si no eres capaz de tenerlo todo impoluto, opta por puertas.
Crear un rincón de lectura en cualquier hogar no es nada complicado. Solo necesitas una buena butaca que sea cómoda y una buena luz que ilumine tu lectura. Sin embargo, hay lugares mejores que otros donde ponerlo.
Lo ideal es situarlo cerca de una ventana o entrada de luz. No hay nada mejor que la luz natural para no dejarte los ojos mientras lees. Así que si tienes un salón lo suficientemente grande como para ponerlo allí, piensa en situarlo cerca de la entrada de luz y después coloca el sofá y el resto de elementos.
Otra buena opción es en el dormitorio. Es tu santuario, tu lugar de relax después de una larga jornada. Así que situarlo allí puede ser perfecto. De esta forma, puedes leer antes de acostarte, para conciliar el sueño con más facilidad.
Sobre todo, aunque sitúes el rincón de lectura cerca de una ventana, piensa en añadirle una luz artificial para poder leer cuando la luz del sol desaparezca. A pesar de tener una luz general en la habitación, siempre has de colocar una lámpara que te ilumine la zona de lectura de forma directa, para evitar forzar los ojos. Y si te sobra un poquito de espacio, colocar una mesa auxiliar donde dejar tu lectura para el día siguiente, una tacita de té mientras lees o una vela perfumada que acabe de relajarte y de adentrarte en la fascinante historia que estás leyendo.