Quitar manchas de las alfombras no es tarea fácil. Depende mucho del tipo de tejido o material de la que están hechas, de su tamaño y, por supuesto, del tipo de mancha que la ha ensuciado. No es lo mismo una alfombra de yute que puede deteriorarse con el uso de agua, que una de lana o algodón a la que le puedes aplicar un jabón neutro. Ni una de grandes dimensiones que cubre todo el salón, a una pequeña que tienes en el recibidor que puedes lavar incluso en la lavadora.
Es primordial seguir las instrucciones de lavado específicas de cada tipo de alfombra. No hacerlo puede significar que tengas que tirarla por haberla destrozado. Al igual que cualquier otra prenda, lo verás en su etiqueta. Una vez comprobado lo que puedes hacer y lo que no, siempre es mejor probar en un área reducida y no muy visible, para verificar que el método empleado no cause efectos adversos al tejido.
Si tienes la suerte de contar con una vaporeta, tienes mucho ganado. La limpieza con vapor ayuda a eliminar gran parte de las manchas y no daña los tejidos. Para manchas más persistentes, puede añadirle un poco de bicarbonato con sal sobre la superficie sucia, pasar la vaporeta y dejar secar.
Uno de los remedios caseros que ha resultado más efectivos y más sostenible es crear tu propio limpiador a base de ¼ de vinagre blanco, un chorrito de lavavajillas, el zumo de medio limón y ¼ de agua caliente. Colócalo en un pulverizador y espárcelo sobre la mancha de tu alfombra. Deja actuar el producto durante unos 5-10 minutos y después frótalo con un paño. Acláralo con otro paño limpio y húmedo, y listo.
Para alfombras que estén muy sucias, prueba a mezclar bicarbonato con sal, esparcir el polvo por toda la superficie y dejar actuar durante al menos una hora. Después solo tendrás que pasar la aspiradora para retirar la mezcla y comprobar qué limpia te ha quedado. Es un método que no solo limpia, sino que libra la moqueta de bacterias, desinfectándola y mejorando su olor. Funciona también si solo le echas sal de mesa, de la que tienes en casa para cocinar. Una solución perfecta para aquellas casas con mascotas, ya que eliminarás fácilmente su olor y todas aquellas manchas causadas porque tu perro o tu gato han hecho de las suyas.
Si lo que se ha caído en la alfombra es aceite o cualquier cosa con alto contenido graso, una buena opción es utilizar Maizena, o lo que es lo mismo, almidón de maíz. Este absorberá la grasa si lo esparces sobre la mancha y lo dejas actuar durante unos 15 minutos. Después solo tendrás que pasar la aspiradora y acabar de retirarlo con un cepillo.
Para manchas de vino o similar, también puedes mezclar una cucharada de lavavajillas con una taza de agua oxigenada. De igual forma que en los trucos anteriores, extiende la mezcla sobre la mancha y déjalo actuar un rato. Después acláralo con un trapo húmedo y déjalo secar.
Para la tinta, ten mucho cuidado. Lo peor que te puede pasar es que la mancha se esparza. En este caso, es bueno humedecer un paño con alcohol y presionar sobre la tinta repetidas veces. Después enjuagar la mancha y dejarla secar. Algunas lacas para el pelo o quitaesmaltes de uñas también son efectivos. Pero debes tener mucho cuidado al aplicarlo y comprobar antes que no dañe el tejido.
Si con todo ello no consigues dejarla limpia, lo mejor y siempre efectivo, es llevarla a la tintorería. Ellos, como expertos, sabrán cómo limpiarla adecuadamente, sin estropearla y que quede impoluta como el primer día.