Has de buscar una tapicería que sea anti arañazos, lo suficientemente lisa para que no retenga los pelos que suelta tu mascota y, sobre todo, fácil de limpiar. Evita tejidos como la pana, la lona o el lino y céntrate en telas que reúnan estos tres requisitos.
Quieras o no quieras, las uñas de tu perro o de tu gato son una de las causas principales de la rotura de la tapicería. Para evitarlo, lo mejor es optar por tejidos que cuenten con tecnología anti-enganche, para minimizar el riesgo de que sus uñas se enreden en las fibras y terminen por romperlas. Son telas, como por ejemplo la Rommer, que tiene un recubrimiento especial de microfibra sintética, que refuerza la ropa y evita que las mascotas claven sus uñas en la estructura del tejido, porque no hay rizos donde enredarse.
Sobre todo a los gatos les encanta arañar los muebles y especialmente los sofás. No es solo una cuestión de afilar sus uñas, sino que también lo hacen como una forma de marcar su territorio. Lo que has de conseguir es que se alejen de él con texturas que les provoquen desapego. Prueba con la microfibra, el cuero, la gamuza o la gama de tejidos antimanchas Aquaclean. Suelen mantenerlos alejados.
El otro gran problema es el pelo de las mascotas. Ellas no se dan ni cuenta, pero van soltando pelo por todos los rincones. Y el sofá no es una excepción. Elige tapicerías que sean lisas, que eviten que los pelos queden incrustados en ellas y faciliten su aspiración o limpieza. Aunque no lo creas, los sofás de cuero o con tejido efecto piel son los mejores para eliminar los pelos fácilmente. Son un tipo de sofá que lo aguanta todo, por su material duradero y su sencillo mantenimiento.
Y luego están las manchas. La apuesta por tejidos de la gama Aquaclean es una jugada segura. Son telas más resistentes que las convencionales, ya que están sometidas a tratamientos especiales que repelen los líquidos y son mucho más fáciles de limpiar. Ideales para los estragos que pueden ocasionar tu mascota al mordisquear su hueso de goma o al juguetear con su ovillo de lana. Tan solo con pasarle un paño húmedo y jabón tu sofá quedará como nuevo.
La microfibra también resulta fácil de limpiar y es uno de los materiales más resistentes frente a los animales de compañía. No es un imán para los pelos y es lo suficientemente lisa para que sus uñas no se enreden. De hecho, cualquier fibra sintética, bien sea poliéster, rayón o nylon, por ejemplo, son una buena alternativa, ya que tienen más resistencia a las manchas. No ocurre lo mismo con el algodón o el lino que dejan al descubierto las manchas con más facilidad. Olvídate de estas telas naturales. Cualquier líquido derramado será delatado con una mancha y, por supuesto, te resultará mucho más difícil de limpiar.
Si con todo ello, no estás del todo convencido, también puedes optar por disuadir a tu mascota que se acerca a él, añadiendo un rascador o alguna distracción cerca del sofá que le atraiga más que estar tumbado sobre él. Otra opción es cubrir con una funda o una tela. Aunque esto resultará una solución meramente provisional y no tendrás la oportunidad de lucir tu nuevo sofá.
Sea como sea, tener mascotas y sofá nuevo no es un problema. Tan solo debes encontrar uno que se adapte a las necesidades y particularidades de los amos de la casa: tu perro o tu gato.
