Pero para crear un espacio de inspiración vintage no se trata de amontonar muebles antiguos sin ton ni son. Existen muchas formas de hacerlo, pero lo más importante para tener en cuenta es que se trata de incorporar piezas bien escogidas a un estilo más neutro para dar un aire retro al diseño.
Además, otro aspecto para tener en cuenta es que, por mucho que nos basemos en diseños pertenecientes al pasado, no tenemos que olvidar que estamos en el siglo XXI. Por eso es por lo que un diseño vintage no debe pasar por alto los elementos modernos como base, es decir, las líneas sobrias y los colores neutros son los mejores aliados en este caso.
Así pues, por ejemplo, si una pieza tiene aspectos demasiado recargados, será preferible descartarla, a menos que tengamos el espacio suficiente para darle el lugar que se merece sin acaparar toda una habitación.
Antes de ponerse a decorar un espacio con estilo vintage, hay que entender que debemos evitar que el espacio acabe pareciendo un anticuario. La clave para lograr un diseño vintage con éxito está en el equilibrio: hay que saber encontrar la mezcla perfecta entre muebles y objetos contemporáneos con piezas de mediados de siglo.
En este proceso de encontrar el equilibrio, hay que evitar saturar el diseño mezclando demasiados estilos y materiales distintos. También hay que tener cuidado de no envejecer el espacio, lo cual puede ocurrir si juntamos demasiadas piezas restauradas.
Así pues, otra de las claves es escoger cuidadosamente cada pieza. A día de hoy, ya no resulta nada difícil encontrar piezas vintage en mercadillos o tiendas especializadas. De hecho, es muy fácil dejarse deslumbrar por el diseño de algunas piezas y acabar adquiriéndolas sin pensar cómo encajarán en el espacio que queremos decorar.
La personalidad de los muebles y objetos decorativos de la década de los 50 y 60 tienen la fuerza suficiente para destacar dentro de un diseño más sobrio. En este sentido, uno de los recursos es echar mano de algún diseño icónico, como puede ser una silla Butterfly o una mesa Platner.
Otra característica de los diseños vintage son los materiales, de entre los que la madera destaca especialmente en los muebles. Armarios, aparadores o alacenas restaurados son una gran adquisición que puede dar mucha personalidad a una habitación.
Si la madera está muy desgastada y necesita restauración, también puedes optar por decaparla y darle una mano de pintura con un color vivo, sin perder el efecto decapado. Cuando hay un rincón aburrido difícil de darle vida, esta puede ser una gran solución.
La inspiración industrial es una vertiente del estilo vintage que no hay que descartar a la hora de diseñar un espacio. Hay ferias y mercadillos llenos de tesoros de este tipo: muebles y objetos de oficinas antiguas, o muebles de trabajo de algunos oficios como vitrinas de farmacia o lámparas industriales se han convertido, con el tiempo, en piezas de coleccionista.
A la hora de escoger un sofá o sillón para un salón o salita, podemos obtener un aire muy vintage escogiendo la técnica de tapizado capitoné. Se trata de un material acolchado sujeto por botones que quedan a la vista, como el mítico sofá Chesterfield.
Si crees que comprometerse con el estilo vintage mediante un sofá es demasiado, también es posible optar por objetos más pequeños de decoración que, en un momento dado, podemos cambiar si nos cansamos. Es el caso de las lámparas. Tanto si son de techo como de pie, las lámparas de estilo vintage pueden dar un toque inconfundible a cualquier habitación. El color dorado suele estar muy presente en las lámparas vintage, lo cual aporta, sin duda, una gran presencia. Y si podemos elegir un diseño, cuanto más especial sea, mejor.
En definitiva, el estilo vintage tiene mucha clase, pero hay que saber llevarlo para que quede bien. La clave principal está en el equilibrio entre piezas bien elegidas que destaquen encima de una base moderna y sobria. El carácter de las piezas en particular también es muy importante y, en ese sentido, el buen gusto es la única guía válida. Por último, prestar atención a los detalles es vital para conseguir el efecto buscado, ya sea el midcentury o el industrial.
