Así que, dime a qué generación perteneces y te diré qué estilo decorativo es el que mejor va contigo.
Los de la llamada Generación Silenciosa son aquellos que ahora cuentan con más de 70 años. Por lo general están jubilados. Han pasado por muchos cambios en su vida, tanto sociales como familiares, y ahora buscan la estabilidad y un hogar acogedor y cómodo.
Su preferencia de estilo es el clásico o clásico renovado. Un espacio atemporal, que no pase de moda, en el que puedan incorporar todos los recuerdos atesorados durante su vida. Suelen ser viviendas con cierto toque de sofisticación y elegancia, con grandes salones donde recibir a toda la familia y cocinas listas para preparar grandes comilonas.
Están en una etapa de la vida en la que los hijos empiezan a ser mayores y dejan el nido familiar. Las casas les quedan grandes y es habitual que muchos se trasladen a vivir fuera de la ciudad. Por ello, el estilo rústico es el que mejor encaja con ellos.
Ha sido la primera generación en preocuparse por la salud y su estado físico, por tanto es normal que les guste disfrutar de los espacios abiertos y de tener contacto con la naturaleza. Les encantan los muebles de madera maciza, los tejidos naturales como el algodón o el lino, e incluir plantas en todas sus estancias. Buscan un hogar sencillo y funcional, que al tiempo sea acogedor, cálido y saludable.
En su caso, los niños más mayores o más pequeños, todavía viven bajo el mismo techo. Por tanto, buscan un hogar práctico y funcional que les permita conciliar la vida familiar con el trabajo. Su estilo preferido es el Mediterráneo, por aquello de ser un estilo moderno, atemporal y fácil de renovar.
Como a la generación anterior, les gusta la naturaleza y, por tanto, buscan un estilo que lleve el exterior al interior y viceversa, espacios con mucha luz y algún toque rústico, pero sin mucho exceso. Son más modernos, por lo que las maderas se aclararán, las paredes también y los colores neutros y azules inundarán los complementos.
Son urbanitas y la mayoría de ellos recién independizados. Su estilo es minimalista. Solo quieren muebles y complementos que les sean útiles, sin artificios ni complementos innecesarios.
Son tecnológicos, pero sin embargo, en su salón no tendrán un televisor. Ellos utilizan otros dispositivos. Su cocina será sencilla y, aunque tengan los últimos electrodomésticos del mercado, no los usarán habitualmente porque son de comer fuera de casa o que les traigan la comida a su hogar.
Es una generación que empieza a estar concienciada por la sostenibilidad, por lo que el estilo escandinavo es perfecto para ellos. Sencillo, simple y natural.
La mayoría todavía vive con sus padres, pero los que han conseguido independizarse no tienen un estilo muy marcado. Cada uno busca su personalidad, evitando la globalización. Siguen las tendencias a través de las redes sociales y son fieles seguidores de los influencers que tienen el estilo más parecido a ellos.
Su conciencia por el cuidado por el medioambiente es muy marcada, hasta el punto que quieren saber la procedencia de todo lo que compran y poseen. Les gustan los muebles reciclados y recuperados, hechos a mano…
Buscan la combinación perfecta entre comodidad y diversión, por lo que sus casas estarán repletas de colores y de muebles modulares que les permita moverlos a su antojo y según sus necesidades. Un estilo bohemio va con ellos. Eso sí, sin muchas normas. A esta generación les gusta ser diferentes, que cada cual marque su personalidad.