Además, muchas de ellas son aptas para el consumo, por lo que sirven para condimentar nuestros platos y darles un puntito de color, aroma y textura. A cambio, van a pedirte unos cuidados (muy) mínimos: ¡casi no tendrás que hacerles caso! Solo es necesario que escojas para ellas una buena ubicación, el tipo de maceta más adecuado y que te asegures de que reciben la cantidad de luz solar que requieren. ¡Nada más! Es un trato justo, ¿no?
Trátalas con mimo. Lo decíamos justo aquí arriba: se trata, en general, de plantas poco exigentes en cuanto a cuidados, pero no todas las especies requieren las mismas horas de luz o de humedad. Infórmate y cuida de ellas individualmente según sus necesidades específicas.
Trasplántalas al llegar a casa. ¡Hazlo siempre! El trasplante no es solo una cuestión estética: muchas veces cuando compramos una planta viene en una maceta pequeña con poquito espacio para crecer. Por eso, las expertas recomiendan pasarlas a tiestos más grandes que no condicionen su crecimiento. Pregunta a tu vendedor qué tipo y qué proporción de tierra y sustrato es la que tu nueva aromática necesita.
Juntas pero no revueltas. Como verás, hay algunas plantas -como la menta- que tienden a crecer invadiendo todo el espacio disponible. En esos casos, es mejor que no las mezcles con otras especies y que las cultives utilizando macetas individuales.
Si las agrupas, hazlo por necesidades de riego. Puedes cultivar en un mismo contenedor varias especies con una misma demanda de agua. Si lo haces de esta forma, asegúrate también de colocar las de mayor tamaño en la parte de atrás para facilitar un acceso homogéneo a la luz solar.
Consejo deco: colócalas en vertical. Si quieres tener varias de estas especies en la cocina, van a ocupar bastante espacio. Lo ideal es crear un huerto de aromáticas en vertical: las tendrás a mano y son una manera sencilla de decorar una pared (o un trocito) libre de la cocina, aportando color y frescura. Puedes colgarlas de un riel o una rejilla metálica o, simplemente, colocar un par de estantes de exposición (los que van cerrados por delante para que no se caigan las cosas).
Si no tienes paredes libres o no puedes hacer agujeros, opta por colocarlas en un carrito. Crearás un rincón monísimo y muy práctico que te permitirá llevarlas hacia las ventanas durante las horas de sol o devolverlas a la cocina cuando prepares tus platos.
Menta y hierbabuena. Son de la misma familia y dos de las plantas aromáticas que aportan más sabor y frescura a los platos. Necesitan mucha luz, por lo que si vas a ponerlas dentro de casa asegúrate de colocarlas en el punto más soleado. ¡Por cierto! Dicen las expertas que la menta y la hierbabuena son dos de esas plantas que crecen de forma muy expansiva. Siendo así, recuerda que es recomendable que las cultives en macetas individuales.
Perejil. Semisombra y tierra siempre húmeda: estas son las necesidades de una de las aromáticas que más utilizamos en la cocina. Aún así, es una planta delicada al principio, por lo que si no tienes mucha maña es mejor que la compres un pelín crecida (unos 35 cm) para asegurarte de que será productiva.
Albahaca. Mucha mucha luz… ¡pero indirecta! Esto es lo que necesita la albahaca para vivir bien dentro de casa. Lo ideal es que la coloques cerca de una entrada de luz natural para un baño de sol diario de, al menos, 6 horas. En este sentido, es una planta con la que vas a tener que tener un cierto cuidado, pero a cambio obtendrás un sabroso condimento para tus platos (¿no te encanta el pesto?).
Además, la albahaca tiene un color verde intenso que aportará muchísima frescura a cualquier rincón. ¡Por cierto! También te ayudará a ahuyentar los mosquitos en verano, ¡una maravilla!
Cebollino. Una planta resistente que se cultiva bien en maceta. Necesita poca luz y es muy productiva¿Sabes que hace unas florecitas de color violeta que también son comestibles?
Cilantro. Luz directa y humedad. Es una planta fácil de cultivar y bastante resistente. Tiene un sabor muy característico (¿te gusta la comida mexicana?) y hojas de un color verde intenso que te recordarán muchísimo al perejil, por lo que juntas crean un tándem deco perfecto.