Siendo así, el interiorismo se convierte en una forma de autocuidado y, como tal, debemos prestarle atención para que pueda cumplir con ese objetivo de ayudarnos a ser un poquito más felices. Los beneficios de un buen proyecto de interiorismo son muchos. Aquí abajo nos centramos en aquellos que tienen que ver con nuestro estado emocional. Suena importante, ¿verdad? Pues a verlo.
Un proyecto de interiorismo es la respuesta a las preguntas sobre cómo te gusta vivir. Y es que, antes de coger el metro y ponerte a medir la casa habitación por habitación, es necesario que te pares un momentito y te hagas estas preguntas:
¿Por qué quieres redecorar tu casa?
¿Cómo es tu día a día en casa?
¿Qué necesitas para sentirte bien en casa?
¿Qué es lo que más te gusta de tu casa hoy?
Al hacer este ejercicio, el proyecto para decorar tu vivienda o alguna de las estancias se (re)convierte en una invitación a reflexionar sobre tu estilo de vida, lo que quieres cambiar y lo que quieres dejar como está y sobre la motivación que soporta esos posibles cambios. Todo esto se traduce en un mayor conocimiento sobre ti misma que, no solo va ayudarte a tomar mejores decisiones sobre cómo distribuir, amueblar y decorar tu casa, sino también a desarrollarte a nivel personal.
Dicen -lo habrás oído un millón de veces- que nuestra casa es nuestro refugio, ¡y así es como debe ser! Un refugio es sinónimo de seguridad, de bienestar, un espacio que nos da cobijo y en el que ni nos falta ni nos sobra nada. De entre todos los aspectos que engloba el diseño de interiores, hay uno que tiene una especial incidencia en esa sensación de seguridad o inseguridad: la proporción del espacio.
Para algunas personas los espacios amplios o abiertos al exterior -a través, por ejemplo, de grandes ventanales- son cómodos y les hacen sentirse libres, mientras que otras se sienten expuestas y vulnerables. Y, al revés, los espacios pequeños son, para algunas personas, los más acogedores, mientras que para otras pueden resultar agobiantes. Es importante que tengas en cuenta que sensaciones te generan unos y otros a la hora de escoger dónde quieres vivir.
¿Has oído hablar de los ritmos circadianos y de su importancia para nuestra salud? Se refiere al inicio y final de algunos procesos fisiológicos que se realizan en ciclos de 24 h (entre ellos, la segregación de melatonina, la hormona que nos invita a dormir) y que se ven directamente afectados por dos variables: la luz y la oscuridad.
Siendo así, ya debes imaginar la importancia que cobra la regulación de la luz en el diseño interior. Vivir en una casa sana es vivir en un espacio en el que se aprovecha al máximo -y se tamiza, si es necesario- la luz natural y se regula la artificial para que resulte cómoda, suficiente y nos ayude a crear las condiciones adecuadas para las actividades que necesitamos realizar en casa.
Además de evitar la fatiga ocular, un sistema de iluminación que tenga en cuenta los ritmos circadianos te ayuda a mejorar la calidad del sueño, por lo que te levantarás descansada, de buen humor y con mucha mucha energía.
Evitar emociones negativas como la insatisfacción o la frustración, tiene mucho que ver con saber que nuestras acciones del día a día están alineadas con nuestros valores y nuestra forma de estar en el mundo. Por eso, también en casa, es muy importante que decores teniendo en cuenta aquello que es importante para ti y dejar que esos valores te guíen a la hora de tomar decisiones.
Esta es la idea que está en la base del interiorismo sostenible: generar menos residuos, evitar los envases plásticos de un solo uso o utilizar un detergente eco para hacer la colada son algunas de esas pequeñas acciones cotidianas con las que contribuir desde casa a que el planeta respire un poquito mejor
Como ves, esto no tiene mucho que ver con el estilo decorativo de tu casa. Tiene que ver con adoptar un modo de vida que suponga un impacto positivo en el medioambiente, en las personas que tienes cerca y con llevar ese compromiso a la manera en que amueblas, equipas y vistes tu casa.
Una casa ordenada y libre de lo innecesario es también una casa más sana que te ayuda a mantenerte enfocada en la actividad que estés realizando: teletrabajar, pero también cocinar, leer, meditar o jugar con los peques. Sin distracciones. Centrada en el momento presente.
Que tu casa esté pensada para que cada cosa tenga su lugar te ayudará a mantenerla ordenada y, con ello, a sentirte mejor. ¿Cómo? Liberándote del malestar que produce el llamado “ruido visual'' y que está compuesto por todo aquello que nos resulta desagradable a la vista y que sobrecarga el ambiente: libros caídos en la estantería, la colada por doblar o los platos amontonados en el fregadero. Tenlo en cuenta, también, a la hora de buscar un método con el que sistematizar tus rutinas de limpieza y mantener la casa siempre al día.
La casa es, también, un lugar de reunión. Algunas estancias, como el salón, el comedor, la cocina o la terraza, invitan a reunirse con las personas que son importantes para ti. El interiorismo te ayuda a acomodar esos espacios para que inviten a la conversación, a compartir experiencias y momentos agradables distribuyendo y amueblando las estancias para que se adecúen a ello.
Disfrutar de relaciones sociales sanas no solo aporta alegría, sino que nos ayuda a conocer otros puntos de vista, a abrirnos al mundo y, con ello, a mejorar nuestra autoestima. Siendo así, potenciar las zonas de reunión en casa y favorecer la socialización se convierte en uno de los objetivos principales del diseño de interiores.
¿Has oído hablar de los elementos invisibles del diseño interior? Son aquellos que nos ayudan a sentirnos bien en casa y que percibimos a través de otros sentidos diferentes a la vista. Están relacionados con la sensación de confort, como la temperatura del ambiente, como es el aire que respiramos o a qué huele en casa.
Llegar después de un día estresante y que no haga frío, estirante a leer en el sofá y sentir el tacto agradable de los cojines o encender un poquito de incienso y disfrutar de su aroma son pequeños recursos deco que te ayudan a recuperar la serenidad, la cama y a sentirte bien en casa.