Si quieres pasarte a la limpieza natural, hoy te contamos 6 pequeños pasos que puedes dar para iniciarte en el camino hacia una casa más sana y más feliz.
Este es siempre el primer paso imprescindible. Abrir las ventanas cada mañana durante 15 minutos supone un verdadero ritual detox para tu casa. Al hacerlo, el aire del interior se oxigena reduciendo la concentración de CO2, se regula la humedad del ambiente y se reduce el polvo, ya que las partículas en suspensión son arrastradas por la corriente.
¡Por cierto! Este plan detox de primera hora de la mañana incluye también el baño: la humedad condensada después de la ducha no solo puede generar malos olores, sino que también puede llegar a producir problemas respiratorios, especialmente en las personas que sufren alergias. ¡Tenlo en cuenta!
¿Te has parado a pensar alguna vez en lo tóxicos que son algunos productos para la limpieza? La Organización de Consumidores y Usuarios advierte de que muchos de esos tóxicos acaban pasando a nuestro organismo a través de la inhalación o por el contacto con la piel, además de contaminar el agua y ser perjudiciales para el medio ambiente. Además, según la OCU, algunos de estos productos -como los limpiadores para WC, los desinfectantes antibacterianos o los ambientadores- no son del todo efectivos.
En el mercado existen alternativas ecológicas que no comprometen ni nuestra salud ni la del planeta. Hoy la oferta es lo suficientemente amplia como para que no tengas que crear tú misma los productos pero, si te apetece hacerlo, ahí van los 3 ingredientes que están en el pódium de la limpieza natural:
Vinagre blanco: un desengrasante y potente antical. Mezclado con agua, suele utilizarse para fregar los suelos, excepto si son de madera. Si estás preocupada por el olor, ¡úsalo sin miedo!: el olor desaparecerá una vez que el suelo esté seco.
Limón: el ácido cítrico hace del limón un desinfectante natural que se utiliza, especialmente, para limpiar superficies, la vajilla o en la colada. Al mezclarlo con vinagre se consigue un potente limpiador multiusos. Además, su olor es agradable y te ayudará a refrescar el ambiente.
Bicarbonato: un potente quitamanchas con multitud de aplicaciones. Mezclado con vinagre se convierte en un desatascador de tuberías muy eficiente.
Para una limpieza de mantenimiento, no necesitas tener un producto específico para cada cosa.
En tiendas especializadas es posible conseguir un kit básico de limpieza. Será suficiente con un limpiador multiusos ecológico, una pastilla de jabón natural (también puedes rallarla y hacer jabón líquido con ella), algunos paños, estropajos (los de esparto 100 x 100 natural son una magnífica opción) y un juego de escoba, recogedor, fregona y cubo de bambú.
Evita enmascarar los olores con ambientadores químicos: al igual que pasa con los detergentes y limpiadores, contienen tóxicos que no van ayudarte a respirar un ambiente más limpio. La alternativa natural es el bicarbonato de sodio.
Puedes espolvorear un poquito de bicarbonato en el fondo de los cubos de basura, en el arenero de tu gatito o incluso sobre las alfombras, dejándolo actuar durante un par de horas y aspirándolo después.
Elimina los productos químicos de limpieza por completo de tu rutina de limpieza semanal. ¿Cómo? ¡Pasándote al vapor! La presión y las altas temperaturas con las que se trabaja con vapor permiten que se desprenda toda la suciedad incrustada sin dejar residuos y actuando como un potente desinfectante en cualquier superficie. Además de ayudarte a proteger tu salud, es un sistema de limpieza sostenible para el medio ambiente y te ayudará a rebajar el gasto mensual que realizas comprando todo tipo de productos de limpieza.
Purifican el aire, regulan la humedad, son comestibles y, además, aromatizan cualquier rinconcito de tu casa de manera natural. Hay tantas variedades y son tan tan bonitas, que no existe una mejor opción para refrescar el ambiente que crear un mini huerto de plantas aromáticas en casa. Hay algunas especies que se adaptan muy bien a los interiores -como la menta, la hierbabuena o la albahaca- y que requieren pocos cuidados. ¡Nunca subestimes el poder de las plantas!