Para que todo resulte más sencillo, plantéate contratar un servicio de interiorismo ¿Lo habías pensado alguna vez? Las ventajas son… ¡infinitas! Aquí abajo te contamos cinco de los motivos por los que tener tu propio diseñador de interiores va a resultar una experiencia muy muy gratificante.
Si piensas que tener un diseñador de interiores es caro y complejo, ¡te equivocas! También puedes disfrutar del servicio de decoración de interiores online. De esta manera, evitarás tener que recorrer múltiples tiendas en busca de los muebles perfectos y ahorrarás tiempo y dinero. Podrás lograr la casa de tus sueños sin siquiera salir de tu sofá. Por ejemplo, con Livitum, puedes tener tu propio diseñador de interiores desde solo 36 € por estancia, todo de forma virtual y con diseños en 3D. Así, podrás visualizar el resultado final antes de realizar cualquier compra de muebles.
Contar con un diseñador de interiores a tu lado no solo va a facilitarte la toma de decisiones, sino que te permitirá disfrutar al máximo del proceso de construir el lugar en el que quieres vivir. Juntos decidiréis cuál es la mejor manera de distribuir el espacio, qué materiales van a dar el mejor resultado, qué mobiliario y equipamiento necesitas para llevar a cabo las actividades que realizas en casa y, llegado el momento, con qué otros profesionales hay que contar. Su apoyo profesional te permitirá reducir la presión que genera el miedo al error y, por tanto, te sentirás más segura en la toma de decisiones.
Las interioristas tienen el ojo entrenado ¡y eso es una gran ventaja! Tienen la capacidad de detectar la belleza de algunos elementos constructivos que puedes destacar para darle personalidad a tu casa, de encontrar la manera de aprovechar rincones y recovecos que los demás vemos como zonas difíciles o de exprimir cada centímetro para que haya espacio para todo. Explícale las dificultades con las que te has encontrado al pensar en cómo redecorar tu casa: juntas encontraréis las mejores soluciones.
¿Recuerdas aquello de “me encanta que los planes salgan bien”? Pues ese es el mantra de todos los interioristas y, para que surta efecto, el arma más poderosa es la planificación. Como en cualquier otro ámbito, un proyecto de interiorismo se gestiona y se ejecuta en base a un planning dividido en varias fases que van desde la redacción de un programa de necesidades (¡las tuyas!) hasta el estilismo final. En cada una de ellas deben tenerse en cuenta múltiples factores: plazos de entrega, disponibilidad de los profesionales, orden de las actuaciones… El diseñador se ocupará de ello y de solventar los posibles imprevistos para que todo vaya según lo acordado.
Y esto es válido tanto para los pisos pequeños como para las casas más grandes con jardín. El espacio disponible es el que es, pero es posible maximizarlo para adecuarlo a las necesidades de cada persona o tipo de familia. Puede tratarse de necesidades de almacenaje, de espacios de reunión o de zonas compartidas multifuncionales…. el interiorista sabrá exprimir los centímetros para que tu casa sea funcional y práctica, pero también amplia, cómoda y estéticamente agradable.
¿Dónde es preferible invertir ¿En la tapicería del sofá? ¿En la mesa del comedor? ¿En las sillas? ¿En las luminarias? La respuesta es, como casi siempre, depende.En función de tus necesidades y de los objetivos del proyecto, el diseñador te aconsejará en qué elementos es deseable realizar una mayor inversión económica teniendo en cuenta, también, sus prestaciones y durabilidad. De esta manera, conseguirás optimizar tus recursos y construirás el hogar que necesitas sin desestabilizar tus finanzas personales.