Sobre todo, a la hora de decorar tu dormitorio debes evitar estos 6 errores que te mostramos a continuación. Si no lo haces, en lugar de tu rincón de relax, se puede convertir en tu peor pesadilla.
Para poder descansar como te mereces, necesitas que tu colchón sea el adecuado. Un colchón viejo en que te clavas sus muelles, demasiado blando o demasiado duro pueden provocar que no duermas bien. Y eso es algo que no queremos.
Del mismo modo, has de escoger el tamaño adecuado de la cama. Obviamente, contra más grande, más espacio tendrás para dormir a pierna suelta, pero a nivel decorativo puede ser un fiasco. Si la cama es excesivamente grande para el espacio que tienes, visualmente provocará que la habitación parezca mucho más pequeña de lo que es. Y exactamente al contrario. Si tienes la suerte de tener un amplio dormitorio, no escatimes en el tamaño de la cama, puede parecer perdida entre tanto metro cuadrado.
A no ser que cuentes con otra habitación que haga a veces de vestidor, es fundamental contar con el suficiente almacenaje en tu dormitorio. No hay nada peor que ver montones y montones de ropa tirados por la cama o amontonados en una silla.
Así que apuesta por un buen armario. Y si no te cabe, añade alguna consola, mesitas con cajones o alguna estantería. El orden es fundamental en un dormitorio. El desorden no ayuda a descansar plácidamente.
La creencia de que al dormitorio se va solo a dormir, hace que muchas veces se descuide su iluminación. No pongas solo una luz en el techo. Es bueno que haya varios puntos de luz, que te permitan crear el ambiente perfecto para cada momento. Una buena luz en las mesitas de noche o unos apliques en la pared son imprescindibles si te gusta leer antes de dormir. La luz general no sirve para este menester.
Si además cuentas con un tocador, tan tendencia esta temporada, no olvides iluminarlo adecuadamente para poder maquillarte correctamente.
El dormitorio es una de las estancias más importante de la casa y, como tal, debe reflejar tu personalidad. Huye de las habitaciones frías y anodinas. Es tu lugar de descanso y ha de reflejar tu forma de ser, tu estado de ánimo y tu carácter.
Apuesta por colores que te gusten, por cuadros y elementos decorativos que te hagan sentir bien… La decoración debe ser un reflejo de ti.
Si cuentas con suelo de madera no tienes tantos problemas, pero si el tuyo es de cerámica, cuidado. Cada día al levantarte y poner el pie en el suelo sentirás frío, sea invierno o verano. Así que apuesta por alfombras. Una buena opción es situar una a cada lado de la cama u optar por una lo suficientemente grande como para que cubra la cama y ambos lados, con espacio de sobra para apoyar tus pies al levantarte. No hay nada peor que una alfombra escasa que no cumple su función.
La pregunta del millón es, ¿cuántos cojines debo poner sobre la cama? La respuesta es no pasarse. Son decorativos, pero si te pasas en demasiado, puedes perder más tiempo poniéndolos y quitándolos que durmiendo. Así que no abuses. Lo ideal es tener la almohada, un cuadrante para colocar en la espalda si te gusta leer, y algunos cojines a modo decorativo. El resto sobra.
