A la hora de abordar una reforma es imprescindible tener una buena planificación. Con eso nos referimos a saber cuándo es mejor acometer la reforma. Ya sea en vacaciones, para marcharte de casa y no volver hasta su finalización, o en pleno invierno, cuando estás más tiempo en casa y puedes comprobar uno a uno todos los detalles. Eso ya dependerá del tipo de persona que seas, y con qué opción te sentirás mejor.
También es bueno tener todo planificado desde el primer momento, para evitar que empiecen las obras y el material elegido aún no haya llegado o esté todo listo y no tengas todavía los muebles para incorporarlos al diseño, por ejemplo.
Ya sea una gran reforma o un cambio sutil de alguna estancia, es importante que te pongas en manos de profesionales que saben los posibles problemas que pueden surgir, al tiempo que te darán la solución más adecuada al problema. Ellos saben lo que se hacen y son los que mejor podrán aconsejarte acerca de lo que quieres y necesitas.
Tener varios presupuestos es importante, al igual que asesorarse al detalle de cada una de las partes de ese presupuesto, para no tener sorpresas a media obra. Además, si la reforma es grande es importante también fijar una fecha de finalización, para que las obras no se hagan eternas, añadiendo esa cláusula al contrato, para que se realice cuando es debido y no haya demoras.
Aunque no hagas una reforma integral de tu casa y solo optes por arreglar la cocina, siempre has de tener en cuenta el resto de estancias. Tu hogar debe tener fluidez de espacios. Es un error contar con una cocina de última generación, mientras que en el salón tienes unos muebles del siglo XIX. La decoración de toda tu casa en general debe ser coherente. Y eso lo has de tener muy en cuenta a la hora de reformar, aunque solo sea una parte de ella.
Aunque sobre el papel todo parezca genial, no olvides medir y volver a medir, para que los nuevos elementos que incorpores a tu hogar sean ideales para ese espacio. Revisa las proporciones. Es decir, no coloques un sofá enorme si el salón cuenta con pocos metros cuadrados, ni compres una mini mesa para un comedor de gran tamaño. Todo debe estar proporcionado al lugar. Y eso vale tanto para muebles, como para elementos de la cocina o para detalles decorativos.
De ahí la importancia de contratar a profesionales que saben lo que se hacen y que son capaces de advertirte de un sofá enorme o de una mesa demasiado pequeña. De si el color que has elegido para las paredes es el adecuado o te cansarás de él fácilmente. De si es mejor tener la cocina abierta o, en tu caso, es mejor mantenerla cerrada. Es importante que te dejes asesorar para conseguir que tu reforma, grande o pequeña, sea un éxito y no un fiasco.