El punto de partida era un espacioso salón comedor decorado totalmente en blanco que resultaba muy anodino, soso y sin personalidad. Sus propietarios querían hacer un cambio y convertirlo en un espacio que invitara a reuniones en familia y que fuera acogedor y cálido. Sus premisas eran que también querían un estilo mediterráneo y rústico en tonos neutros, que fuera luminoso y que resultara estiloso.
Eligieron el Pack Plus de Livitum. Un pack gracias al cual Patricia les presentó dos propuestas de diseño, con la posibilidad de hacer cinco revisiones durante todo el proceso. Ellos eligieron la opción que más les gustó. El resultado ha sido un impresionante salón comedor al que se le ha incluido una pequeña zona de lectura aprovechando el hueco que quedaba junto a la escalera.
Patricia ha elegido una paleta de colores neutros en los que la madera y las fibras naturales son las protagonistas, para dar cabida a ese estilo mediterráneo que buscaban los clientes.
El protagonista del espacio es, sin duda, el salón. Su gran amplitud ha permitido colocar un gran sofá esquinero en tono beige repleto de cojines, de diferentes texturas y colores suaves, para albergar a toda la familia, donde disfrutar de tardes interminables. El sofá se ha situado sobre una alfombra de fibras naturales que, además de delimitar la zona del salón, aporta mucha calidez al espacio. Sobre ella, una mesa de centro de aspecto muy robusto y acabado de madera que preside la zona, acompañada de un puff, también de fibras naturales, para aportar algún asiento de más, de forma algo más informal.
La pared en la que se ha colocado el sofá también se ha delimitado y separado de la zona de comedor con unos bonitos paneles de listones de madera, que vuelven a aportar calidez al espacio y mucha personalidad.
En la pared frente al sofá se ha optado por un sencillo mueble para el televisor, cuya característica es que es de madera de mindi con las puertas y cajones de ratán y cannage. Un mueble que combina, al ser de la misma colección, con otro situado tras el sofá, usado como almacenaje y también para separar, de nuevo y sin tabiques, la parte del salón del comedor.
Un comedor en el que destaca una robusta mesa de madera extensible que puede alcanzar los 280 cm, para noches multitudinarias en familia. Con unas sillas de madera de acacia y asiento de cuerda en tono marrón, que combinan con un colgante del mismo tono sobre la mesa. Aquí también se ha colocado una alfombra de fibras naturales para cohesionar ambos espacio, y al tiempo, separarlos visualmente.
La amplitud de esta zona de comedor se ve magnificada por un par de espejos verticales que ayudan a reflejar la luz y el espacio.
La tercera zona es un coqueto rincón de lectura, aprovechando el espacio de debajo de las escaleras. Aquí, nuevamente se ha colocado una alfombra de fibras naturales para delimitar el espacio, sobre la que se ha colocado un bonito y cómodo sillón de madera de teca con el respaldo de rejilla, que combina perfectamente con los muebles del salón.
También se ha pensado en un lugar donde guardar los libros y otros detalles decorativos. Se ha optado por una estantería ligera de metal blanco y madera sin trasera, y se ha complementado con una lámpara de pie, también en metal blanco y pantalla de fibras naturales. Cohesionando de nuevo una decoración en la que destaca el uso de fibras naturales y la madera, combinada con tonos neutros y acogedores, que le aportan al espacio mucha sensación de calma y tranquilidad, sin perder el estilo.